Cerrar los ojos. Inspirar profundo durante diez segundos. Contener el aire durante diez segundos. Exhalar hasta agotar todo el aire. Repetir hasta alcanzar la calma. - Llegarán pensamientos e imágenes. De semanas pasadas. De vidas pasadas. De huellas pasadas. Observar la reacción que generan, y en qué parte del cuerpo se manifiestan con más fuerza. Observar cada una de ellas como lo que es: un instante cristalizado en el ámbar del tiempo, incrustado en alguna parte del cuerpo -o del alma. -- Inspirar profundo. Tomar el cristal, así tenga el tamaño de una esquirla, una espina, o una estalactita. Contener el aire. Buscar el sitio donde mejor aplicar fuerza para removerlo. Dolerá. No emitir palabra ni sonido. Exhalar, y remover la esquirla, la espina o la estalactita. Como cristales de hielo se volverán agua. Gotas, o lágrimas. Repetir todos los días, hasta que ya no duela más nada. --- ...
Hatajo de Textos, Atajos de Ideas