Ya quité de mi mente y de mi corazón
las flechas y astillas que dejó el rencor;
la sangre que brota es de rojo feroz.
La herida está abierta, más ya no hay dolor...
Atrás, las palabras de veneno veloz
que mi ego, en su filo, empuñó contra vos:
Vale más tu vendetta que mi contrición?
Hoy esta distancia, te dice quién soy?
Sólo en las Venas del Tiempo existe el temor.
Sölo en las Venas del Tiempo existe el dolor.
Sólo en las Venas del Tiempo existe el temor.
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