||Notas en construcción-18/07/2021||
Voy a intentar ir mejorando el estilo y puliendo las cosas, como ir adosando glosarios y referencias acerca de lo que se habla y cuándo se habla, pero sobre todo la sugerencia del cómo se habla.
El propósito inicial de este blog es, además de lo que ya hablamos *acá*, el de experimentar las posibilidades del meta-texto. Un experimento para probar las infinitas formas en las que lo que leemos genera nexos inverosímiles, no sólo en nuestra mente y sus ideas dispares, sino además con otras personas, distintas a nosotras, pero con el mismo entusiasmo e interés. Y sus propias historias.
Este escrito es un reconocimiento de que empecé apresurado y con máximo entusiasmo, y de que puse mi urgencia y energía sin considerar a mis compañeros de travesía, lectores eventuales u ocasionales que van en este carguero a la deriva. parte del experimento era carecer de un mapa de viajes, pero para quien desee conocer las reglas del juego antes de participar, es menester un *glosario*.
Se irá escribiendo con el correr de cada post.
Y se me hace una adicción empezar cosas y dejarlas volverse hiatos; u obsesionarme en dar todo de alta una vez esté todo en condiciones, esperar como siempre el momento perfecto. Parte del experimento personal era también hacer las paces con eso. El momento perfecto es este, porque hemos decidido dar un paso más hacia el borde, sin importar lo afilado de esos bordes.
Si este viaje demorará una eternidad, considero mi deber procurar que nos cuidemos.
A continuación, el texto que leerán con estilo y tipografía diferente tendrá correlación con otros escritos en otras entradas, o podés esperar que eso probablemente ocurra.
Bien? Vamos.
|Tipogr. Georgia será usada para prosa basada en la realidad.
La fuente por defecto y en cursivas es mi diálogo con vos. |
.
Entramos acá porque vimos luz (o la rehuímos).
Armamos entusiasmados incluso viendo las aristas y los bordes afilados.
Esto es un enorme carguero gigante en proceso de destartalamiento.
Hay una innegable poesía en ello, de armar lo que se pueda antes de que todo colapse.
Rechinan los hierros; sus ecos suenan como un delfín de palpitaciones abominables.
Cómo se habrán sentido aquellos que murieron sin saber
que su planeta acabaría siendo lo que vemos hoy
como plácido brillo de estrellas...?
. .
No parece que esta nave pueda usarse para ganar algunas monedas.
Tiene las dimensiones, eso sí, para transportar y ofrecer La Mercancía.
Nuestra producción, o la producción ajena.
De lo que será una reliquia, de lo que se descartó en el pasado.
De lo que decidimos atesorar para deleite de los que vendrán.
De lo que podemos ofrecer a diario hasta desarrollar nuestra Marca.
En el mundo, pero sobre todo en los demás.
Hay algo que ellos buscan, hay algo que ellos desean,
hay algo más que ellos necesitan, pero aún no se han dado cuenta.
. . .
Este carguero destartalado, que rechina como un delfín abominable,
tiene espacio de sobra para ofrecer trueques, tratos o tratados.
Y el espacio suficiente como para hacer espacio a los demás viajeros cansados.
Ofrecerles algo que renueve su vigor, pero que no aplaque la sed de aventuras.
Y a manera de gratitud, extenderles un regalo.
Para eso siempre hay lugar, sin importar en dónde nos encontremos,
ni hacia dónde deseemos ir, o aunque no sepamos hacia dónde estamos yendo.
Y los viajeros cansados, los espectadores casuales, los mercaderes de lo propio y de lo ajeno, pueden visitar este sitio en cualquier momento del espacio-tiempo
con la tranquilidad de saber que siempre habrá algo para ellos
y que sin importar dónde nos encontremos,
estamos yendo hacia la misma dirección.
Tenemos La Nave.
Ya nos hemos imaginado la mercancía.
Iremos juntando recursos, aliados y confianza con cada página leída.
Las Estrellas nos guían. No necesitamos ningún mapa.
La Aventura aguarda.
Vamos?
Comentarios
Publicar un comentario