La vida es un río. Y podemos elegir hundirnos,
o encallar en la orilla que deseemos.
Pero el río seguirá corriendo.
Así lo expresa el Tao.
.
Muchas veces, no se qué pensar.
Muchas otras veces, pienso en las cosas equivocadas.
La peor de las trampas del exceso de imaginación
es pensar que todo es posible. Y tal vez lo sea...
(Sólo se es paranoico si uno está equivocado, después de todo)
Pero sin un plan... de qué sirven los pensamientos?
Una imaginación excesiva puede fabricar millones de excusas.
Ningún pensamiento devuelve el tiempo invertido en él.
A menos que forme parte de un Plan.
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