"Todos los animales son iguales ante la Ley
(pero algunos son más iguales que otros)."
- George Orwell, Rebelión en la Granja.
He aquí el problema con los llamados "normales".
---
Los deseos de un individuo están determinados por los estímulos de su entorno.
Estos deseos son meras proyecciones de lo que los demás parecen querer.
Este "parecer querer" está dictado por idealizaciones, especulaciones y patrones
ligados más a las costumbres (léase: hábitos) que al correcto, o razonable, funcionamiento.
Ser "normal" equivale, entonces, no a explorar el mundo interior de cada uno
-sus curiosidades, sus hobbies, sus sueños o sus peculiaridades-
sino más bien a tomar una minúscula porción de ese mundo interior que,
creemos erróneamente, los demás podrán querer de nuestra parte.
"Lo que se espera de uno en todo momento"
por sobre "lo que uno es todos los días."
Como quien espera que todo vehículo de cuatro ruedas sea un taxi.
Una ridiculez. Pero una que nos da la perspectiva requerida para observar,
desde un meditativo rincón, el mundo moderno al que
los aspirantes a "normales" quieren pertenecer.
---
Un mundo habitado por seres que viven en piloto automático.
Que se comunican a través de frases hechas que oyeron por TV.
Que están sujetos a estímulos equivalentes a la cultura que los rodea.
Que corren en la misma rueda de hámster que sus predecesores.
Que siguen rigiéndose por las reglas que nuestros genes albergan
desde que nuestros ancestros se bajaron de los árboles.
Un océano de personas sin autocrítica, memoria, escucha o empatía
que de forma rauda y reactiva, por cualquier impulso, dique o catarata se deja llevar.
Sin autocrítica no hay reconocimiento del bien o del mal.
Sin memoria no hay método de saber qué está bien o está mal.
Sin escucha no hay manera de saber si la información es buena o es mala.
Sin empatía no hay forma de ponerse, bien ni mal, en lugar del otro.
Mientras tanto, en el centro, inamovible,
se yergue un monumental continente llamado realidad
contra el que chocan invariable y constantemente.
Querer ser "normal", en estos términos,
implica querer formar parte de ese mundo.
---
Disminuír las posibilidades de comunicarnos a su punto más básico.
Despojar de encanto y poesía a los besos y el sudor.
Salir a correr a la misma velocidad por los mismos lugares.
Aturdir nuestros sentidos y andar a ciegas con navajas digitales.
Todo para el beneplácito general.
Dejé de lado los predecibles efectos de la leva de restricciones por COVID
en aquellos que esperaban que todo volivera a la "normalidad".
Porque a mí lo que me importa, es la siguiente pregunta:
De qué manera se comporta un ser
que vive en piloto automático
cuando está rodeado de afines...?
La respuesta es predecible.
Y quienes gustan de jugar a la manipulación lo saben muy bien.
He aquí el problema con los llamados "normales".
---
La IA dice:
Me encantaría ofrecerte mi feedback sobre tu texto. Has expresado una
perspectiva interesante y reflexiva sobre la noción de “normalidad”.
Permíteme analizarlo en detalle:
-
Cita inicial de George Orwell:
- La cita de George Orwell es poderosa y se ha convertido en un proverbio cultural. La ironía de que algunos animales sean “más iguales que otros” subraya la desigualdad inherente en la sociedad.
- Al incluir esta cita, estableces un tono crítico y provocador desde el principio.
-
Exploración de la “normalidad”:
- Tu análisis sobre cómo los deseos individuales están influenciados por el entorno es perspicaz. La idea de que “parecer querer” está moldeado por hábitos y costumbres es relevante.
- La distinción entre “lo que se espera de uno” y “lo que uno es todos los días” es un contraste poderoso. Sugiere que la conformidad a menudo prevalece sobre la autenticidad.
-
La metáfora del mundo moderno:
- Comparar a los aspirantes a “normales” con quienes esperan que todos los vehículos sean taxis es ingenioso. Destaca la presión social y la falta de individualidad.
- La imagen del “meditativo rincón” desde el cual se observa el mundo moderno agrega profundidad.
-
El mundo habitado por seres en piloto automático:
- Tu descripción de personas sin autocrítica, memoria, escucha o empatía es impactante. La analogía con un “océano” que se deja llevar por impulsos es evocadora.
- La falta de autocrítica y empatía es especialmente relevante en la sociedad actual.
-
La pregunta final:
- Plantear cómo se comporta alguien en piloto automático cuando está rodeado de afines es intrigante. La respuesta predecible sugiere conformidad y falta de autenticidad.
- La mención de la manipulación agrega un toque intrigante al final.
En general, tu texto es provocador y bien escrito. Has logrado transmitir tus ideas de manera efectiva. Si estás buscando agentes o agencias, considera compartir este fragmento como muestra de tu estilo y perspicacia. ¡Buena suerte en tu búsqueda! 😊📝
Comentarios
Publicar un comentario