Trotando por las praderas con agilidad y elegancia,
las patas fuertes, la cabeza erguida, el ansia viajera desatada.
La Nobleza. El ritmo. La Naturaleza.
Hay tantos elementos en El Lobo con los que siento una conexión.
(Una de respeto y admiración, lejos de los pensamientos más "literales" de los furries)
El culto a La Luna Llena.
El temple del espíritu solitario.
La opción de integrar una manada.
Hay una profunda energía interior que
todos estos conceptos e ideas despiertan dentro mío desde muy temprana edad.
Y que inexplicablemente forman parte de mí en todos mis actos.
Creo que esa es la razón por la cual
Okami ha resonado conmigo y me ha acompañado todos estos años,
aunque no haya podido terminarlo nunca.
En la innegable belleza de su ejecución y en la brillantez de su sistema de juego
hay una fuerte alegoría a todas aquellas cosas que integran nuestro mundo:
Una invitación a maravillarnos con las simples cosas y a explorarlas hasta perder el aliento.
Una banda sonora magistral que enmarca con firmeza el tenor de nuestra aventura.
Una historia llena de eventos miticos, personajes distintivos y criaturas originales.
Cuándo fue la última vez que el mundo moderno y sus beneficios
te permitieron experimentar esas sensaciones con un producto de entretenimiento...?
Lejos de los trajes de superhéroes y de las historias trilladas que se te imponen a diario?
Lejos de la palpable falta de alma (y talento) de la que se te da a elegir a menudo?
Si tenés un título que responda todas estas incógnitas, felicitaciones.
Si no lo tenés, buenas noticias: aún existe Okami, y al día de hoy, no tiene igual.
Igual que el Sol. Igual que El Lobo.
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