Deberías jugar Dark Souls sin importar tu nivel de experiencia con videojuegos (todos nos morimos igual)*
Cómo jode que te boludeen.
Que te hagan perder el tiempo;
que deliberadamente te tiendan una trampa.
Que te cambien las reglas de un momento para el otro.
Que se mofen de tu inteligencia.
Que te hagan depender de cosas que no dependen de vos.
Todas esas cosas me genera una partida adversa en Dark Souls.
Desde luego es sólo una de las caras de la moneda.
Que me boludeen
implica que acepté una situación desigual de antemano.
Que me hagan perder el tiempo
implica que dejé mi responsabilidad en manos de otros.
Que deliberadamente me tiendan una trampa
implica que no presté la atención requerida.
Que me cambien las reglas de un momento para el otro
implica contar con una determinada flexibilidad.
Que se mofen de mi inteligencia
implica que no soy yo, sino mi ego quien reacciona por mí.
Que me hagan depender de situaciones ajenas a mí
implica que depende de mí el orden para resolverlas.
Los obstáculos carecen de moral, criterio de justicia o siquiera noción de reconocer quiénes somos. De hecho, son los obstáculos los que nos dicen quiénes somos en realidad, de qué estamos hechos, y cuánto miedo tenemos de explorar nuestros límites.
"El peor enemigo yace dentro de uno" es mucho más que una frase hecha o un hecho per se. Puede interpretarse como una referencia directa al Ego.
Ese supuesto ego que defendemos y honramos, que pretendemos alimentar y enorgullecer con cada una de nuestras decisiones equivocadas.
Ese delgado y frágil vestido que ponemos sobre el pecho desnudo, como las ropas del rey, mientras escapamos a ver las cosas como son.
Ese es el tipo de epifanías que pueden ocurrir jugando Dark Souls.
En lo oblicuo, ridículo y directamente injusto de muchas de sus situaciones,
en lo limitado y tosco de determinadas ejecuciones, el juego busca sacar lo mejor de vos.
Obliga a flexibilizarte y encontrar otros enfoques para seguir avanzando.
Exhorta a hallar tu coraje y tesón poniéndote en jaque una y otra vez.
Invita a ver las cosas con un un cambio de enfoque, y sin ilusiones.
Dentro de las cosas que el juego hace bien, Dark Souls es un juego que respeta tu inteligencia. O cuanto menos, esa es la revelación personal que el juego me ha mostrado. Qué tipo de revelación tengas, lector, sólo puede adivinarse de una sola manera: jugando el juego.
Por eso lo recomiendo.
Comentarios
Publicar un comentario