Dondequiera que estemos, sin importar lo que estemos haciendo y hacia dondequiera que vayamos, nos debemos -a nosotros, a nuestro arte- el hacerlo bien. Ese es nuestro deber primario. Y nuestra obligación.
Cuando la acción es nuestra prioridad, la vanidad se desvanece.
A un artista se le asignan diferentes lienzos y comisiones a lo largo de su vida, y lo que importa es que trate cada uno como prioridad. Si es el más glamoroso o el mejor pago es irrelevante. Cada proyecto importa, y la única parte degradante es dar menos de lo que uno es capaz de dar.
Lo mismo nos ocurre a los demás. Seremos y haremos varias cosas durante nuestras vidas. Algunas prestigiosas, otras pesadas, ninguna está por encima nuestro. Sin importar lo que enfrentemos, nuestro trabajo es responder con:
Trabajo Duro
Honestidad
Asistir a otros lo mejor que podamos.
Nunca deberías tener que preguntarte: "Pero qué se supone que haga ahora?" Porque ya sabes la respuesta: tu trabajo."
Comentarios
Publicar un comentario