[...]
"Deja de complicarte las cosas pensando en yo, yo, yo. Dejá de poner ese "yo" frente a todo lo que te ocurre. Yo hice ésto. Yo fui tan astuto. Yo tuve aquello. Yo merezco más que ésto. No es de extrañar que te tomes a pecho las pérdidas, no es de extrañar que te sientas tan solo. Has exagerado tu propio rol e importancia.
Comienza a pensar: Unidad sobre el Ser. Estamos juntos en esto.
Incluso si no podemos llevar la carga en un solo viaje, vamos a aprovechar la oportunidad para levantar la parte más pesada. Vamos a prestar servicio a los demás. Ayudarnos a nosotros auydándolos a ellos. Volviéndonos mejores por ello, extrayendo propósito de ello.
Sin importar por lo que estés pasando, sin importar qué esté demorándote u obstruyendo tu camino, puede convertirse en una fuente de fuerza - pensando en alguien más, por encima de vos mismo. No tendrás ni tiempo de pensar en tu propio sufrimiento porque habrá otras personas sufriendo y estarás demasiado enfocado en ellos.
El orgullo se puede romper. La resistencia tiene sus límites. Pero el deseo se ayudar? No hay asperezas, no hay privaciones, no hay gran esfuerzo que debiera interferir en nuestra empatía para con los demás. Ser compasivo siempre es una opción; lo mismo la camaradería. Ese es un poder de la voluntad que nunca se te puede quitar, sólo puede renunciarse.
Deja de pretender de que aquello por lo que estás pasando es especial, o injusto. Sin importar los problemas por lo que pases -no importa tampoco cuán difíciles sean- no es ningún infortunio o maldición única elegida especialmente para vos. Simplemente es lo que es.
Este tipo de miopía es la que nos convence, en detrimento nuestro, de que somos el centro del universo. Cuando la realidad es que hay un mundo mucho más allá de nuestra propia experiencia personal, repleto de personas que han pasado cosas mucho peores. No somos especiales o únicos simplemente por la virtud de ser.
[...]
Siempre podés recordar de que una década atrás, un siglo atrás, un milenio atrás, alguien igual que vos estuvo parado exactamente en donde estás y sintió cosas muy parecidas, luchando contra los mismos exactos pensamientos. Ellos no tenían ni idea de que vos existirías, pero vos sabés que ellos existieron. Y de acá a cien años, alguien estará en tu misma posición, una vez más.
Abraza este poder, este sentido de ser parte de algo mayor. Es un pensamiento gratificante. Deja que te envuelva. No somos más que seres humanos, haciendo lo mejor que podemos. Todos estamos simplemente intentando sobrevivir, y en el proceso, mover el mundo al menos una pulgada hacia adelante.
Ayuda a tus congéneres a prosperar y sobrevivir, da tu parte al universo antes de que te engulla, y alegrate por ello. Dale una mano a los demás. Se fuerte por ellos, y eso te hará más fuerte.
Comentarios
Publicar un comentario