Sobra evidencia de que la gente está cada vez mas loca. Y no sólo eso.
Sobra evidencia de que hay gente que hace fila para ver qué hacen estos individuos.
Algunos se consideran defensores, otros acusadores; todos pagan la entrada para ver el espectáculo,
todos invierten tiempo y recursos -lingüísticos, mentales, audiovisuales- no en hacer del mundo un mejor lugar,
sino en observar a varios de éstos espíritus rotos que dejan huellas en internet, en forma de contenidos de todo tipo.
Personas con severas aflicciones mentales se exponen a la entropía y el caos de la internet,
generando material artístico que demuestran no sólo los traumas y la forma en la que ven al mundo,
sino además van, literalmente, haciendo historia: documentales; podcasts; audios; archivos;
foros enteros dedicados a discutir no nuestras aspiraciones y hobbies, sino cuán horrorosamente entretenidas son las manifestaciones -verbales, audiovisuales- de un ser humano trastornado con cuentas activas de Twitter, Tumblr, YouTube, Blogger, etcétera.
Tal vez sea un síntoma de los albores de YouTube, en donde adquiría notoriedad aquel que gritaba sin sentido.
Tal vez sea la inherente atracción a la oscuridad y la perversidad con la que nacemos,
en donde el lamentable accionar de algunos individuos más extremos es un alivio para quienes se consideran "normales". Otros lo ven como un pedido de ayuda al mundo y un síntoma -otro más- de que todo está yéndose al garete en lo que a la dirección de la humanidad concierne.
Hoy se habla de tomar la píldora negra (porque la píldora roja y azul, aparentemente, han perdido efectividad por tolerancia).
Esto es: Abrazar el cinismo racional como el único modo de medir el tiempo presente en el que nos encontramos.
Porque todo está perdido; no hay nada que esté en tus manos cambiar, no hay afiliaciones reales por las cuales militar excepto la autoindulgencia.
Porque todo está perdido; los poderosos seguirán decidiendo el rumbo del mundo y alterando la selección natural a su favor. Y no hay nada que puedas hacer al respecto, aparentemente, como no lo pudieron hacer tus padres ni sus padres, excepto dejar de remar y dejarte llevar por lo inevitable, un lujo que vos sí podés darte.
Porque todo está perdido; y después de todo no se vive tan mal, con infinitas fuentes de entretenimiento multiplicándose cada cinco años, accesibilidad incremental a todo tipo de placeres y ocios, y tan pocas horas en el día.
Para algunos, la píldora negra implica vivir el Yang.
Yo creo que la píldora negra es, como mucho, el ojo del Ying.
El recordatorio en que las acciones de los demás -nobles, depravadas- son reflejo de nuestro mundo interior.
De igual manera da igual de lo que se hable, honestamente.
Píldora blanca o negra, seguimos hablando de soluciones artificiales tomadas a la fuerza
y cargadas de la superstición o esperanza para que alcancen mayor efectividad...
y de que nuestros oponentes accedan a tomarla.
Blanca o negra, ambas son placebos.
Ambas necesitan de un sistema nervioso que colabore y tenga fe en el proceso.
Sea del color que sea, la línea de horizonte para todos es la misma.
Y si es una cuestión de elección, te pregunto, lector:
entre la negra elección de un mundo sin aspiraciones ni futuro estadísticamente positivo
y la blanca ilusión de que lo mejor siempre está por venir para quien se pone en marcha,
cuál creés que te va a permitir una vida más plena?
Y cuál creés vos que va a beneficiar a aquellos que lucran con el pesimismo?
Hay un motivo por el cual "Grey is all you need!"es el slogan de este blog.
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