La gente que fantasea con ser Dios siempre jugará juegos de suma cero.
Es la misma gente que pretende tomar vidas sin ensuciarse las manos.
La misma que pretende gratificaciones sin poner el esfuerzo.
Gente como uno, en algún momento u otro de nuestras vidas.
Qué se oculta detrás de la necesidad instintiva
de echarle la culpa a los demás de las cosas que (no) hacemos?
En el fuero interno siempre hay una necesidad de sentirse mejor que los demás: invocando comparativas arbitrarias, datos o estadísticas de dudoso rigor, o lisas y llanas incoherencias, sentimos que "estamos para más"; o dicho de otra forma, que estamos "por encima" de aquellas cosas que nos comprometimos a hacer, y por añadidura, "por encima" de aquellos con quienes contrajimos compromiso.
Esa parte nuestra que siente que el mundo siempre le va a deber algo, intuyo, es la misma que se alegra del infortunio de quienes consideramos rivales o enemigos.
Una de las tantas fuentes que alimentan nuestra oscuridad... o nuestra curiosidad.
Queremos saber cómo son las cosas por dentro mientras aún están vivas.
Queremos saber qué reglas pueden cruzarse, o cuáles deberían romperse, sin recibir castigos.
Queremos saber cuánto podemos empujar a alguien antes de que se arroje al vacío.
Queremos sabel cuál es el destino que le aguarda a quienes se arriesgan involuntariamente.
Y no lo podemos negar.
La configuración del mundo moderno nos impide negarlo o hacer otra cosa al respecto que reaccionar instintivamente; los medios, las ideas y la información han separado las líneas de lo que se puede y no se puede hacer.
La configuración del mundo moderno nos ha puesto a prueba y hemos, mayormente, fracasado.
Reprogramados nuestros circuitos de dopamina, nuestra memoria a corto y largo plazo e incluso nuestros hábitos, qué otra cosa podemos hacer, excepto analizar concienzudamente nuestros instintos o sucumbir a ellos...?
Indignarse es sumamente sencillo y absolutamente contraproducente.
Analizarse es agotador, y posiblemente peligroso.
Abundan distracciones y entretenimiento de todo tipo,
así como maneras de ganarse el sustento.
Y perderse en la oscuridad es muy sencillo.
Continuará.
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