Chainsawman, Capítulo 33

El manga se lee de derecha a izquierda.

 

Ahórrense los comentarios.

Todo lo que necesitan hacer es quedarse atrás

y mantener la boca cerrada.

Cuando pierda y muera, ahí podrán venir a reírse de mí.

 

 

En 23 horas 

cumplo 40 años.

 

Como le decía a mi abuela hoy, más que ver los 40 como una celebración

o un escalón que uno alcanza, más cerca de el acontecimiento se me antojaba afín a una Línea de Meta(s)... 

 

Metas que no cumplí. Metas que dejé escaparse. Metas que descuidé.

Metas que igualmente se pusieron en marcha. Metas que ayudaron a expandir y explotar las posibilidades de Lo Que Soy.

 

Metas que quedan en documentos olvidados o en el fondo de los bolsillos.

Metas que no fueron nada más que promesas huecas.

 

Metas que me llevaron a redescubrirme.

A perfeccionarme. 

A avivar el fuego del espíritu. 

Metas que llevarán más tiempo del previsto, 

pero que son inevitables, y que se cumplirán eventualmente. 

 

No porque uno tenga "toda la vida por delante" o "la vida hecha", sino porque, simplemente, uno desea llegar a sitios para los que no existen mapas, y bien valen el precio de la diaria aventura en el recorrido de La Senda.   

   

Mejor arrancar y terminar tarde que nunca haberse animado.

Mejor abandonar todo sin mirar atrás que permanecer estancado.

Mejor seguir la propia voz y madurar que ser un chiquilín toda la vida.

 

Mejor tener metas inconclusas

que poseer la ecuación resuelta.

 

Eso, paulatinamente con cada lectura, me está enseñando Chainsawman,

acaso el manga más osadamente directo que he leído en mi vida,

y una lectura que justo vos, Lector, no te podés perder.

 

Post a post, vamos a volver al hábito de publicar diariamente y profundizar varias de las decenas de tópicos iniciados en este y futuros blogs.

 

Teneme paciencia, lector. 

Si todo sale bien al final, nos vamos a ver la próxima.