Me siento abandonado, de nuevo.
Quería tantas cosas que no se cumplieron.
Una persona que tiene la llave de tu casa
puede visitarla cuando quiera.
Y aún así,
la visita sólo cuando necesita, anhela,
desea o quiere algo para sí.
Otra persona tiene tu número de teléfono,
y puede hablar con vos cuando quiera.
Le pedís que te informe de dónde está;
si llegó bien, si va a venir;
si va a cumplir ésta vez su promesa.
Y lo desestima;
después, como las promesas, se olvida.
Después, como lo que no es, no importa.
Es difícil no sentirse -una vez más- abandonado.
...pero hay que seguir adelante.
Cuánto es el duelo apropiado para una relación vegetativa?
Qué sentido tiene la distancia, además del silencio?
Si hay que esperar,
que sean resultados,
no acciones.
Para todo lo demás,
mejor hacerse a la idea del keep walking.

Comentarios
Publicar un comentario