Me dí cuenta que una parte de mí está constantemente buscando novedades.
Notificaciones. Feedback. Reacciones.
Creo que sigo pendiente de alertas de cualquier tipo, y el no recibirlas (o el saber que no las voy a recibir, o que no recibo las que deseo recibir...) me hace sentir cada vez más y más apartado de todo.
Hace por lo menos tres meses y medio que no produzco absolutamente nada.
Que no consumo nuevo material que me enseñe nada. Que no invertí nada de tiempo en capacitarme, tecnificarme, o en crear algo de valor.
De salir al exterior, de conocer gente nueva, de hacer ejercicio... ni hablar.
No tengo más dinero; y tampoco he encontrado oportunidades de ganarlo.
Siento que perdí. Por completo.
Y todo lo que leo acerca de la economía en este país sólo me hunde más y más, y más.
Más de 100 por ciento de inflación. Ninguna perspectiva de ganar nada.
Y pensar que hay gente MENOS CAPACITADA QUE YO HACIENDO TRABAJO QUE YO PODRÍA ESTAR HACIENDO ME ENFURECE CADA VEZ MÁS.
Detesto la mediocridad; detesto que otros tengan acceso a cosas que yo debería acceder. Detesto tener que estar compitiendo o rebajándome para poder tener una oportunidad o un flujo estable de trabajo.
Hoy por hoy, detesto todo.
No veo propósito. No veo perspectivas. No siento inspiración, ni motivo para hacer nada.
Un pedazo grande de mí se siente ausente, faltante. Robado, extraviado, o agotado.
Como la pieza de rompecabezas de las películas de El Juego del Miedo.
El mundo se va inexorablemente al garete de forma cada vez más y más vertiginosa.
Y siento que no hay nada que pueda hacer al respecto. Ni por mí, ni por los demás.
Me he vuelto tan cínico y resignado - apoyado en lo observable, en lo lógico, en lo racional, en lo inevitable- que ya no encuentro salida. Como una partida de Mahjong, un mal movimiento me dejó en un lugar en el que ya sé de antemano que voy a perder.
Que me quedé sin opciones.
Ya pasó con todas las personas que conocí.
Y va a seguir pasando, lo quiera o no.
La única forma de evitar más dolor o más desilusiones, es directamente no participando.
Todas las personas que conocí me cagaron, me arruinaron, me utilizaron o me dejaron de lado.
Y yo lo permití, no peleando por lo mío, o haciéndolo demasiado tarde.
Y me da bronca.
Me parece increíblemente injusto. Me embarga una sensación de inutilidad tan grande...
Me siento vencido. Derrotado. Obsoleto. Abandonado. De nuevo.
No hay un resquicio de optimismo en nada de lo que haya hecho recientemente.
Veo que sigue apareciendo gente de la nada -que tal vez siempre estuvo ahí- mostrando que es más apta que yo.
O a la que se le presta más atención. O a la que se considera más.
Mientras tanto, acá estoy, enhebrando hilos de rencor, sentado siempre en el mismo lugar,
resignado por completo a que ALGUIEN haga algo por mí, porque me veo incapaz de hacerlo.
No es muy diferente a lo que le ocurre a los cientos de individuos -lolcows- de Kiwi Farms de los que busco mofarme.
La diferencia es que esa gente al menos va en alguna dirección, hacia al gún lado.
Mientras tanto, me hundo. En el centro de una duna de arenas movedizas.
Quieto, para no hundirme más rápido... hundiéndome de todas formas.
Esta es la sensación de la más absoluta de las derrotas.
Ni siquiera logro juntar energías para darle un puñetazo a la pared.
Relleno de frustración al punto de que no queda más nada.
Antes se veía todo tan claro... ahora ya no queda nada.
Creo que volver a estar solo y deshauciado es... inevitable.
No lo deseo para mí, pero todas las estadísticas y probabilidades apuntan para ese lado.
Como Miguelito de Mafalda, sentado bajo el árbol, esperando "algo" de la vida.
Esperando que alguien me necesite o precise de mis servicios.
Esperando que el éxito o el Hada De Las Oportunidades Y El Estrellato venga a golpearme la puerta.
Esperando una patada en el culo para hacer las cosas que me motive, porque no hay inercia que me mueva.
Lo peor de todo? Antes la había. Pero se terminó.
O me la robaron. O la malgasté. No sé.
Sentirse así es horrible.
Y continuará... hasta que se termine.
Comentarios
Publicar un comentario