Te odio a vos, que exigís cobrar un sueldo
sin que se demande calidad en tu trabajo.
Te odio a vos, que tendés a guardarte la mercadería que vendés
para sostener una industria de especulaciones.
Te odio a vos, que en momentos de mayor necesidad
paralizás el tránsito y hacés paro de colectivos.
Te odio a vos, que pagás tus vicios y adicciones
con los impuestos de los demás.
Te odio a vos, que impedís la circulación,
la virtud, el progreso y el sentido común.
Vos no merecés un aumento de sueldo.
Vos no merecés estar a la cabeza de tu empresa.
Vos no merecés el espacio que ocupás ni el aire que respirás.
Vos no merecés Felices Fiestas.
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