La vida está llena de compensaciones.
Cada elección tiene un costo.
Cuando dices sí a una cosa, dices no a otras.
Así es como funciona el mundo.
Es como la gravedad. No puedes escapar de ella.
El costo de oportunidad es lo que renuncias cuando tomas una decisión. Es lo que no puedes tener porque elegiste otra cosa.
Digamos que tienes una tarde libre. Puedes trabajar en tu startup o ir al cine. Si trabajas, te pierdes la diversión. Si vas al cine, te pierdes la oportunidad de avanzar.
Cada elección tiene un costo de oportunidad porque implícitamente dices no a muchas otras cosas cada vez que dices sí a algo. Necesitas conocer tus costos de oportunidad. Esto te ayuda a hacer buenas compensaciones.
Una compensación es renunciar a una cosa para obtener otra. Es elegir entre opciones. Cada una tiene puntos buenos y malos. Las compensaciones giran en torno a las prioridades.
Cuando haces algo, enfrentas compensaciones. Si lo quieres rápido, puedes perder algunas características. Si lo quieres barato, puedes usar materiales de menor calidad.
En la vida, enfrentamos compensaciones todo el tiempo:
Tomas el trabajo bien remunerado con largas horas?
O el de bajo salario con más tiempo libre?
Gastás dinero ahora o ahorrás para más tarde?
Hacer buenas compensaciones se trata de sopesar los costos de oportunidad y los beneficios de cada opción y elegir la que mejor se alinee con tus objetivos y valores. No siempre es fácil, pero ser consciente de las compensaciones que estás haciendo puede ayudarte a tomar mejores decisiones.
La sabiduría es anticipar las consecuencias de tus elecciones. En la vida y los negocios, el éxito se trata de hacer buenas compensaciones.
No se trata de tenerlo todo.
Se trata de tener lo que más importa.
Todos valoramos cosas diferentes. Eso es lo que hace que la vida sea rica. El costo de oportunidad es lo que renuncias al elegir; las compensaciones son los actos de equilibrio que realizas al decidir entre opciones en competencia.
Son dos caras de la misma moneda: siempre que haces una compensación, incurres en un costo de oportunidad por las opciones que no elegiste. La clave en ambos casos es ser reflexivo e intencional sobre tus elecciones.
Comentarios
Publicar un comentario