Los perezosos pierden frente a los promedio.
Los promedio pierden frente a los enfocados.
Los enfocados pierden frente a los obsesionados.
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Los campeones se obsesionan con los fundamentos, no con los trofeos. Mientras otros persiguen ingresos y títulos elegantes, los inusuales se concentran en lo que pueden controlar hoy: leer un libro más, hacer una llamada más y revisar ese correo una vez más. Saben que la excelencia viene de perfeccionar lo básico.
Deja de preocuparte por dónde cae la flecha.
Domina el arte de tensar el arco.
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La frustración es negociar con la realidad, esperando que cambie.
Gritar al tráfico no hace que se mueva más rápido.
Ensayar las mismas quejas sobre tu cónyuge no cambia su comportamiento.
Enojarse con el vuelo retrasado no hace que despegue antes.
Mientras estás ocupado peleando con lo que es, eres ciego a lo que podría ser.
Toda la energía que pones en discutir con la realidad viene a expensas de mejorar tu situación. A la montaña no le importa cuánto le grites, pero encontrarás un camino alrededor de ella si te detienes y miras."
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