Para saber si realmente entendemos algo después de
haberlo
leído, hay una técnica poderosa y efectiva,
conocida como el Método
Feynman.
Paso 1: Elige el tema o concepto que estés
tratando de entender. Toma
una hoja de papel en blanco
y escribe el nombre del tema en la parte
superior.
Paso 2. Supón que estás enseñando el tema a
otra persona. Escribe una
explicación clara del tema,
como si estuvieras tratando de enseñarlo.
Una buena forma de aprender es enseñar.
Identificas rápidamente las
lagunas en tu conocimiento
cuando intentas explicar algo a otra persona
en términos simples.
Paso 3. Si te atascas, vuelve a los materiales de origen.
Revisalos hasta que puedas explicar el concepto
en su forma más básica.
Paso 4. Revisa lo escrito una vez más y simplifica
tu lenguaje. El objetivo es usar tus
propias palabras,
no las palabras del material de origen.
Un lenguaje
excesivamente elaborado es a menudo
una señal segura de que no entiendes
completamente el
concepto. Usa un lenguaje simple y elabora a partir
de ahí
con analogías concretas.
Un ejemplo que me viene a la mente es la
explicación de
Warren Buffet sobre el interés compuesto (es decir, el
interés
ganado sobre el interés), cuando lo comparó con una bola de nieve que
se va haciendo más grande a medida que rueda colina abajo.
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