La
tercera ley de Isaac Newton establece que, sin excepciones, "Por cada
acción, hay una reacción idéntica y opuesta."
Lo que la
mayoría de la gente no sabe es que la ley de Newton es un poderoso algoritmo
conductual que puede ayudarte a conseguir lo que querés, simplificar las
relaciones, y mejorar tu vida.
Echémosle
un vistazo.
Acción/Reacción
Si bien
esta ley fue desarrollada con la física en mente, se aplica de igual modo a los
humanos. De hecho, el acto de reciprocar (acción-reacción) es parte de nuestra
programación biológica.
Cuando
nos empujan, empujamos.
Lo mismo
se aplica a los demás. Cuanto más fuerte empujamos a otros, tanto más fuerte
empujan en contra nuestra.
Si bien
este es un principio básico, dista mucho de ser simplista. Cuando se comprende,
el mundo súbitamente se vuelve una fuerza poderosa que hace el trabajo por
nosotros. Cuando se malinterpreta, el mundo nos enseña una lección.
Para
revelar este algoritmo conductual, ve positivo y ve primero, sin ataduras.
Qué
sucede si caminás por la calle y le sonreís a la gente? Van a sonreírte. Qué
ocurre si sos amable con la gente? Ellos van a ser amables. Qué ocurre si te
tomás el trabajo de ayudar a la gente a cumplir sus objetivos? Ellos se van a
tomar el trabajo de ayudarte a cumplir los tuyos.
Si
hacemos lo opuesto, el mundo nos enseña una lección.
Si
estamos de mal humor, la gente va a malhumorarse. Si nos aprovechamos de los
clientes, no van a ser nuestros clientes mucho más tiempo. Si buscamos
aventajar a otra gente para tratar de avanzar, nos harán lo mismo a nosotros.
Si
queremos trabajar con el mundo en lugar oponernos a él, necesitamos desatar
positivamente este algoritmo, jamás negativamente.
Ir
positivamente e ir primero, sin ataduras, es la mejor forma de hacer que esta
fuerza poderosa opere a tu favor.
Cuatro Tipos de Relaciones
Sólo
existen cuatro tipo de relaciones con cualquier persona (compañeros, niños,
clientes, proveedores, etc.)
1.Ganar/Ganar
2.Ganar/Perder
3.Perder/Ganar
4.Perder/Perder
De estas,
sólo las relaciones ganar/ganar se alinean con la tercera ley de Newton. Toda
otra permutación genera una situación en la que una de las partes –con o sin
intención– devuelve el empujón.
Esta puja
puede tomar muchas formas – desde levantar la voz o imponer un límite férreo, a
otras formas más sutiles como ocultar información o negarse a ayudar. A menudo
no hay forma de saber.
La buena
noticia es que esta reciprocidad espejada también funciona a la inversa.
Si sos
amable con alguien, ellos van a ser amables con vos. Si te esforzás por ayudar
a alguien, ellos van a ayudarte en respuesta. Si hacés que alguien quede bien,
esa persona te va a hacer quedar bien. No siempre ocurre instantáneamente, pero
ocurre. En lugar de impulsar negativamente a alguien, lo hacés positivamente.
Tu
reputación para tratar a otros de forma justa e íntegra importa más de lo
que pensás.
El
Problema Pasivo
La
mayoría de la gente es pasiva. Esperan a que los demás tomen la iniciativa.
"Voy
a ser bueno, si ellos son buenos."
"Desearía
que alguien reconociera mi potencial y me diera una oportunidad."
"Voy
a dejarlo pasar, si ellos lo dejan pasar."
"Si
me respetan, los voy a respetar."
Para
hacer que la ley de Newton funcione para vos en las relaciones, la iniciativa
es fundamental. Si lográs constancia, creás una fuerza imparable.
En La
Práctica
Acá hay
algunos ejemplos recientes.
- En la
primer ola de COVID, contacté a muchos de mis subcontratados y les ofrecí
trabajo extra. Adelanté proyectos que tenía planeados para el futuro así podían
tener trabajo asegurado. Cuando ellos me ofrecieron descuentos masivos,
voluntariamente los incrementé.
- Cuando
estaba por abordar una conversación difícil, enmarqué la situación como si la
relación con esa persona fuese a durar 20 años. Esto cambia el enfoque de un
"conseguir lo que yo quiero" a un "estamos juntos en esto, así
que busquémosle la vuelta." Es el mismo marco que quería que aplicaran
conmigo.
- Estaba
cenando en un restaurante; alguien necesitaba atención médica, y el personal
pedía a gritos por un doctor. Por suerte, había uno entre los comensales. Muy
probablemente le salvó la vida a esa persona y volvió a su mesa. Le pedí al
personal que me cobrara la cuenta del doctor. Casi un año después, terminé en
la oficina de este doctor; él recordó la calidez de mi gesto –y mi siguiente
cita se redujo de 3 meses a 6 días.
La
tercera ley de Newton revela casi todo lo que necesitas saber acerca de las
relaciones humanas y cómo podés hacer que opere a tu favor sin esforzarte
demasiado. Recordá: se positivo, y andá primero.
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