"En la vida, los vientos de las circunstancias nos empujan a todos hacia un flujo interminable que toca cada una de nuestras vidas.
Una cosa es crear cambio.
Otra cosa –a veces inevitable– es que el cambio se manifieste cuando menos lo esperás.
Todos hemos experimentado los tempestuosos vientos de cambio. Y sin embargo sólo unos pocos han logrado alcanzar los puertos pretendidos.
Lo que nos guía a diferentes costas está determinado por la forma en la que hemos izado nuestras velas. La forma en la que cada uno de nosotros piensa hace la mayor diferencia en los destinos a los que arribamos.
Las circunstancias imprevistas nos ocurren a todos.
Tenemos desafíos y decepciones. Todos tenemos reveses y esos momentos cuando, a pesar de nuestros mejores planes y esfuerzos, las cosas simplemente se desmoronan. Al final del día, no es lo que ocurre lo que determina la calidad de nuestras vidas, es lo que elegimos hacer cuando descubrimos que el viento ha cambiado de curso.
Cuando las cosas cambian, debemos cambiar.
Debemos reincorporarnos como sea, sin importar cuánto cueste, y reajustar la nave para que nos lleve hacia el destino de nuestra elección.
El izado de velas –cómo pensamos y cómo respondemos– tiene una mayor capacidad de alterar nuestras vidas que cualquier desafío que enfrentemos.
Cuán rápida y responsablemente reaccionemos a la adversidad es mucho más importante que la adversidad en sí misma."
–Jim Rohn
–Jim Rohn
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