En el post anterior Comenzamos a ver la manera en la que podemos incorporar un determinado orden de rutinas para ganar una inercia favorable en la búsqueda de definir con precisión los Elementos Necesarios para tu Marca Personal.
Describimos El Despertar y El Baño como los dos primeros pasos. A continuación desarrollaremos los siguientes:
> El Alimento - 10 minutos
> El Propósito - 10 minutos
> El Trabajo - 2-4 horas
> El Ejercicio - 10-30 minutos
> Todo lo demás - 15+ horas
> El Reposo - 30 minutos
El Alimento es simplemente eso: Tras El Despertar y la puesta a punto de El Baño, es necesario combustible, y de buena calidad. La programación recibida durante nuestro proceso formativo (el hogar y la escuela principalmente) hizo que relacionáramos ciertas prácticas con determinados resultados: si te obligaban a lavarte los dientes en lugar de explicarte la importancia de una dentadura saludable, es muy probable que asocies dicha rutina con sentimientos que "van contra tu voluntad" y pretendas terminar con esa obligación cuanto antes.
Algo similar ha ocurrido con quienes en sus años iniciales sdesarrollaron la costumbre de desayunar "al paso" -lo más rápido posible-, sea porque llegaban tarde a la escuela (o los padres al trabajo) o porque la importancia del desayuno como la comida más importante del día nunca fue del todo establecida.
Centrar el primer esfuerzo del día en proveerse el mejor alimento posible es como tomarse un momento para respirar con profundidad y enfriar la mente antes de tomar una decisión importante: "Sintonizarse" en la mejor frecuencia posible para poder rendir lo mejor posible. Y si bien hay abundantes recomendaciones acerca del combustible óptimo para cada tipo de organismo, es un hecho que ni las harinas ni los azúcares son la mejor elección. Ni siquiera el café lo es, y regular su ingesta puede solucionar un sinnúmero de transtornos.
Sin embargo, hasta lograr el hábito de El Alimento, desde la peparación hasta el consumo consciente y deliberado, no importa con qué arranques el día, en tanto y en cuanto ejercites la rutina y se integre naturalmente a tu estilo de vida. Las mejoras en cada uno de los Rituales se irán dando naturalmente y con el tiempo.
Tomar consciencia de la increíble fortuna de poder preparar tu primer alimento sin ansiedades ni amenazas y que tu mente se habitúe a ello es el marco apropiado para el siguiente paso.
El Propósito. El motivo por el cual decidiste comenzar a caminar tu Senda.
Éste varía de persona a persona, pero como todo, comienza con una serie de preguntas, de las cuales pongo ejemplos a continuación.
Por qué despertaste?
Qué vas a hacer hoy? Qué vas a hacer mañana?
Qué objetivos quedaron por cumplir?
Qué cosas te está costando lograr/mantener/abandonar?
Qué tipo de persona querés ser dentro de los próximos 30 días?
Y dentro de los próximos 60? Qué tal de acá a 3 años?
Qué condiciones tienen que darse para que el día de hoy sea un buen día?
Qué cosas aprendiste ayer que te servirán toda la vida?
Qué relaciones, personas o lugares influyen positiva y negativamente en tu Propósito?
Qué decisiones cruciales has tomado y cómo te han afectado?
Como se podrá adivinar de antemano, ninguna de estas preguntas se resuelve con un cliché o una respuesta predeterminada: es necesario crearlas primero para que la mente pueda dirigir sus esfuerzos en esa dirección.
Esto también deja entrever que hace falta llevar un registro del lugar hacia el cual queremos ir. Si no estamos siguiendo las instrucciones de nadie y estamos viviendo realmente una vida única, entonces necesitamos tomar notas de nuestras conclusiones, incógnitas, y resoluciones.
Está claro también que ésto es de capital importancia para desarrollar una visión única de nuestro Destino y que llevará más de 10 minutos (si lleva menos tiempo que eso, entonces quiere decir que no lo meditamos lo suficiente: ninguna de las preguntas que El Propósito nos lleve a formular pueden ser simples o prefabricadas).
Es necesario hacerse el hábito de ejecutar acciones en base a la programación que deseamos, y para ello es necesario también familiarizarse con herramientas que hagan este proceso perfectible (que se pueda hacer mejor la siguiente vez) e iterable (que pueda repetirse para optimizar el aprendizaje).
A este fin (o para este principio) Evernote y Pomodoro Tracker son tus mejores aliados. Hablamos de ellos en posts anteriores, ambos tienen una versión gratuita y ambos pueden utilizarse iniciando sesión con tu cuenta de Google y usándose en tu navegador preferido.
Ya terminamos con la primer parte del día. Hacer esto a diario nos predispondrá mejor a despertar con energías, estar plenamente despiertos y listos para El Trabajo, el siguiente paso de la lista del que hablaremos el próximo sábado.
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