Hoy me desperté -tarde- y la primer notificación que veo en el email es de Disqus, de alguien que sigue discutiendo acerca de una opinión personal mía posteada hace 5 o 6 meses atrás, que -evidentemente- dio en el clavo a juzgar por la reacción y la velocidad para recurrir a los insultos en pos de "probar un punto".
De la misma manera, ayer tiré mis dos centavos en Kiwifarms, sólo para que alguien -claramente con ganas de pelear- presente un argumento parcial -y cargado de detalles y puteadas- aunque incorrecto.
Todo el mundo tiene ganas de discutir, aparentemente.
O cuanto menos de que su visión de la realidad quede validada, aunque en el camino queden como unos idiotas.
No hay búsqueda de consenso o puntos en común, sino la urgencia de probarse a sí mismos en lo correcto, aunque estén equivocados, o acaben distanciándose de los demás, o incordien a todo el mundo con sus opiniones.
Me reconozco en esas personas porque yo también era igual.
Haber estado un exceso de tiempo en Kiwifarms -para bien o para mal- me permitió ver casos de personas que están rutinariamente en la misma situación. Durante años, años y años, buscando imponer algún tipo de verdad o dogma en cosas que están constantemente fluctuando.
No se puede sostener una conversación con alguien que sólo quiere vomitar lo que sea que tenga para decir.
No se puede entablar diálogo, y mucho menos convencer, a alguien incapaz de sostener una conversación.
Así que... para qué calentarse?
La vida es muy corta. Nada de lo que se discuta en internet va a importar de acá a 5 años, porque nadie quiere ser convencido.
Lo que sí importa, es emprender algún tipo de proyecto que permita que uno avance en lugar de estancarse.
Hoy estaba revisando YouTube para aggiornar un canal en el que empezar a subir cosas...
No se qué subir, realmente.
A mi ver, todo es una marea de gente desesperada por audiencia y números, así no tenga nada de sustancia o calidad que ofrecerles.
La mayoría de los que andan orbitando viejas "celebridades" de internet se pone frente a una pantalla a leer opiniones, criticar contenido ajeno, o generarse una falsa autoridad directamente proporcional a los likes, retweets y donaciones que reciban.
O se sientan a jugar juegos sin tener la habilidad o entusiasmo mínimos para hacerlo, persiguiendo algoritmos y formando relaciones parasociales.
La "federalización" de internet ya no se rige por la calidad ni por la cantidad, sino por el revuelo o el puterío constante y frecuente que generen.
Es esa una vida a la que valga la pena aspirar?
Lo único que esto me dice es que la gente está cada vez más sola, haciendo lo que sea en pos de trabajar menos, pensar menos y opinar más.
Buscando razones para vomitar lo que tenga para decir,
sin necesidad de procesar ni digerir los aperitivos de una conversación,
mucho menos, ser capaces de metabolizar el plato principal
puesto en la mesa del diálogo.
-Venís a dormir?
- No puedo; esto es importante.
- Qué cosa?
- Alguien está equivocado en internet.
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