(Viene de Parte 1)
Con quién pasamos el tiempo también importa. Suele decirse que uno es la sumatoria de las cinco personas con las que uno pasa más tiempo.
Muchísima sabiduría como esta es desestimada porque no es enteramente correcta. Lo cual es desafortunado, porque es muy útil.
Eligiendo con quién pasar tu tiempo hoy, cambias la trayectoria de tu mañana.
Otra pizca de sabiduría que suele esconderse a simple vista es que la gente tiende a reunirse con gente similar a sí mismos. Eso explica por qué si tus amigos miran TV todas las noches, vos eventualmente también vas a hacerlo. Si pasás tiempo con gente de una determinada facción política, eventualmente vas a observar las cosas como ellos.
Eso también explica por qué, si empezás a pasar tiempo con gente que no es como vos en ciertos aspectos que querés cultivar, vas a volverte como ellos.
Todo esto ocurre de forma orgánica.
Al eligir con quién pasar el tiempo también estás eligiendo en quién querés convertirte. Esta es la fuerza del entorno operando sobre tu subconsciente y tus instintos biológicos.
Estas son las lecciones que podés aprender de esto:
1.-Elegí una dieta rica y diversa de información.
Seguí a personas que piensen distinto a vos. Leé libros viejos. Acordate que lo que pongas en tu mente hoy será materia prima para trabajar mañana.
2.-Rodeate de gente cuya conducta por defecto sea tu conducta deseada.
Si querés correr más, unite a un grupo que corra todos los días. Pasá menos tiempo con gente cuya conducta por defecto no sea tu conducta deseada.
3.-Diseñá tu entorno a sabiendas de que moldeará a tu Yo Futuro.
Podés dificultar ciertas conductas indeseables y facilitar aquellas que deseás fortalecer.
Comprender la influencia invisible de tu entorno te permite volver tus conductas deseadas en tus conductas por defecto.
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