Hace 9 años y 6 meses escribí La Bendición de La Rutina , como una forma de hacer las paces con tener que depender de un trabajo en relación de dependencia en blanco por primera vez en la vida. Tiempo y desilusiones aparte, el aprendizaje ciertamente ha quedado, como han quedado también las cicatrices y aflicciones a manera de evidencia infalsificable. Algo hay de cierto y edificante, sin embargo, en la mundana rutina, y por ello la chance de verla como una bendición en lugar de otra carga que sumar a nuestra existencial agonía. La rutina permite solidificar los hábitos con los que deseamos contar en nuestra Senda. Hábitos solidificados nos ahorran tiempo de forma compuesta y al largo plazo, nos permiten trascender nuestro set de habilidades y talentos para alcanzar nuevas alturas. Una vez superado el obstáculo de la aritmética compleja podemos aprender a programar. Luego de cierta práctica con un idioma extranjero ganamos pasaje a n...
Hatajo de Textos, Atajos de Ideas