El trayecto del tiempo, como una línea histórica,
parece moverse en una sola dirección: como una línea recta.
Recta que se convierte en pendiente cuesta arriba para la mayoría,
recta que se comprime y convierte en escalera para otros.
Ésto es ciertamente una interpretación abstracta
para ayudarnos a entender mejor ciertas cosas.
Ahora, qué pasa con esa línea cuando se crea
un ciclo de tiempo que, sin dejar de avanzar,
al mismo tiempo se renueva...?
Si analizamos la forma en la que comprendemos el Tiempo,
nuestro Espacio en el Pasado y el Presente se convierte
en fuente de información acerca de nosotros mismos.
En ver las cosas no como una recta con inicio y final,
sino como una línea de horizonte vista desde el espacio,
como el contorno de las agujas del reloj,
en un ciclo que constantemente comienza y termina, como la noche y el día.
De una forma más o menos empírica y tanto otro lírica,
llamo El Ciclo Eterno a los siguientes cinco puntos:
El objetivo de esta semana que ya comenzó, es desarrollar cada uno de estos.
En plantear la alternativa de ver lo que nos ocurrió como parte de una cadena de eventos que,
a veces cuesta arriba, a veces en forma de escalera, nos permitirán adquirir una nueva
línea de horizonte para nuestras aspiraciones, anhelos, percibidas necesidades y deseos* con la perspectiva adecuada.
Veremos qué nos dictaminan los días por venir.
Comentarios
Publicar un comentario