Durante los últimos 7 años, los "avances tecnológicos" de las redes sociales han condicionado nuestras mentes y las de nuestro entorno a perseguir constantes picos de euforia. El extensivo, meticuloso y multimillonario estudio de las conductas humanas llevado a cabo por las redes sociales nos ha convertido en una sociedad que, por instinto, acumula bienes relucientes y llamativos de insustancial ganancia. Las promesas de la Web3 y el Metaverso nos han llevado a acumular -y acuñar- bienes virtuales que aparentan tener valor, porque durante un instante nos hacen sentir intensamente gratificados, importantes o valiosos, volando alto en busca de la siguiente novedad que ornamente nuestros nidos. Y así prestamos menos atención, retenemos cada vez menos información y graznamos cada vez más en lugar de comunicarnos cada vez mejor. Seguimos siendo personas? O nos hemos tran...
Hatajo de Textos, Atajos de Ideas