Apartá tu teléfono y prestá atención a lo que te voy a decir.
Porque, confiá en mí, cuando termines de leer, no lo vas a querer agarrar más.
Eso puede ser difícil de hacer, sin embargo; chequeamos nuestros teléfonos un promedio de 85 y 101 veces al día. En 2019, pasamos mundialmente un promedio de dos horas y 23 minutos por día en redes sociales - 53 minutos de los cuales los ocupó Instagram, la aplicación que el pasado octubre celebró su décimo aniversario, y que le ha dado la opción a los usuarios para que oculten los likes.
La nueva funcionalidad, anunciada el 26 de mayo, incluye dos opciones: una que nos permite apagar los likes cuando estamos haciendo scroll en el feed; y otra que permite que desactivemos los likes en nuestros posts. Se estaba probando en Julio de 2019 y acabó por implementarse hace poco.
Sé que esto no suena a gran novedad. Después de todo es sólo una app, verdad? Bueno, esta aparentemente inocua app para compartir fotos está tan engranada en nuestras vidas, que el 39% de nosotros decimos que la usamos para "ocupar tiempos de ocio". Eso es tiempo que podrías estar ocupando en cocinar, leer un libro, hablar con tu familia, pegarte un buen baño. Pero no le demos vueltas, de seguro te llevás tu teléfono al baño, y revisás tu feed mientras se calienta el horno. Seguramente ya estés queriendo chequearlo ahora mismo… y ni siquiera pasamos el umbral de las 200 palabras.
Escuchamos el pánico moral y los titulares alarmistas acerca de ´cómo Instagram nos está pudriendo el cerebro, destruyendo nuestra salud mental o convirtiéndonos en zombies "appdictos" casi tanto como chequeamos el teléfono. Pero es este uso constante realmente tan malo para nosotros?
En enero, el Colegio Real de Psiquiatras lanzó un reporte en pos de observar esta incógnita, y haciendo un llamado a las redes sociales para que provean estadísticas acerca de cómo los jóvenes están usando sus apps. Hay una triste justificación para esto. Las autolesiones no suicidas en el Reino Unido se han triplicado en los últimos cien años, y un promedio de cuatro chicos en edad escolar se suicidan semanalmente. El volumen de uso de redes sociales entre los jóvenes se relaciona directamente con esto.
Cuando pensamos en salud mental deficiente, las redes sociales son el enemigo público número uno - especialmente para los jóvenes. Aún así, si no nos percibimos "en riesgo", realmente estamos exentos de sus peligros?
Después de todo, cuánto sabemos realmente de lo que ocurre en nuestras mentes cuando le dedicamos tantas horas de scrolling irracional?
Los neurocientíficos están examinando esto y han advertido acerca de cómo el uso excesivo de estas tecnologías pueden alterar la forma en la que funcionan nuestros cerebros, con potencial de daño severo - no sólo en nuestra salud mental, sino también en nuestro comportamiento humano. Porque si Instagram realmente está interviniendo nuestros cerebros, quizás evolucionemos en zombies appdictos.
Espero que todavía mantengas apartado tu teléfono, porque es hora de ver los potenciales peligros que acarrea.
Continúa mañana.
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