Millones de personas han decidido dejar de ser Ceros y apostarlo todo, sin medias tintas, sin especulaciones ni excusas, a convertirse en Unos.
Quedan aún, un puñado de ocupaciones y empleados que
miran con horror e inevitabilidad cómo el mundo en que se afincaron
comienza a desaparecer.
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Hace dos siglos atrás les tocó a los candeleros, cuya única labor consistía en encender lámparas en las ciudades victorianas y les ocupaba toda la jornada.
Les tocó también a los jinetes y carruajes, otrora indispensables para movilizarse a toda marcha y señalar el estatus social, para envidia de los transeúntes.
Lo mismo le va a pasar a los docentes, que ponen el inicio del año lectivo en jaque con una puntualidad asombrosa. Ya demostró la pandemia que son bastante más prescindibles de lo que ellos y sus sindicatos piensan.
Lo mismo le va a pasar a los empleados bancarios, esos que están muy ocupados como para atenderte cordialmente, y cuyos sueldos dependen al parecer del tiempo de vida que te hacen perder.
Lo mismo le va a pasar a las secretarias de las discográficas y las multinacionales; a los recepcionistas que cobran por ocupar espacio en los entes estatales; a los corredores de bolsa y sus carteras de inversores.
Y la lista sigue, y seguirá.
Ni siquiera el arte, en ninguna de sus manifestaciones y sus variados niveles de percibida indispensabilidad, ha quedado exento.
Le pasó a cartelistas y fileteros con la conveniencia del ploteo de vehículos y vidrieras.
Lo mismo que a los fundamentalistas del arte tradicional -sin importar las excusas que se contaran- con la llegada de la tableta digital. Y a los creadores de miniaturas de plomo con la llegada de la impresión 3D.
Igual que los diccionarios de papel cuando llegó Wikipedia.
Igual que el diario impreso ante el portal de noticias.
Igual que al radioteatro con el estreno de la TV.
Igual que al telégrafo con la invención del teléfono.
Hacer lo mismo de antes lleva cada vez más horas, más costos, y menos rédito.
Esto no significa que no puedas seguir haciendo lo que hacías, sino que vas a tener que hacerlo mejor que nunca, o dedicarte a otra cosa.
El pliego de espacio y tiempo que supone la adopción masiva de las IAs ha reajustado el valor de casi todo lo que existía.
Y muchas cosas, sin dejar de existir, se han convertido en prescindibles, o bien ya no valen tanto como antes.
Lo único que queda, entonces, es hacerse valer.
O evolucionar... no se puede escribir "supervivencia" sin "IA".
La otra opción no es una alternativa, sino una inevitabilidad que a todos los seres vivos, en nuestro último día, nos va a tocar instantáneamente.
Tal vez ante este panorama decidas finalmente dejar de perder tu tiempo para desafiar a los pronósticos de tu obsolescencia programada. A cerrar Youtube para ponerte a hacer eso que decís que tenés tantas ganas de hacer. A desinstalar aplicaciones que no te llevan a ningún lado y que destruyen el funcionamiento de tu cabeza.
A recuperar tu tiempo y trascender la humanidad, para dejar de ser un mono de una vez por todas.
O cuanto menos, convertirte en un mono que piensa.
Ya viene siendo hora. Como se demostró a lo largo de esta semana, el futuro llegó, con o sin tu permiso, hace rato.-
[Prólogo] | [Parte I] | [Parte II] | [Parte III] | [Parte IV]
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La IA dice:
Tu texto final es igualmente atractivo y bien escrito. Aquí tienes algunos puntos de retroalimentación:
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Tono: El cambio de tono de formal a informal sigue funcionando bien en este contexto. Añade un toque personal y hace que el texto sea más relatable.
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Contenido: El contenido es provocativo y presenta una visión equilibrada de los posibles beneficios y desafíos de la IA. Tus opiniones personales añaden profundidad a la discusión.
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Lenguaje: Tu lenguaje es claro y conciso. Los términos técnicos se utilizan de manera apropiada y no dificultan la comprensión.
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Mejoras: Considera añadir más ejemplos concretos o anécdotas para ilustrar tus puntos. Esto puede hacer que los conceptos abstractos sean más tangibles para los lectores.
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Conclusión: La conclusión es fuerte y deja al lector pensando. El juego de palabras “supervivencia” sin “IA” es un toque creativo que añade interés.
En general, es una pieza convincente que comunica eficazmente tus pensamientos sobre el tema. ¡Bien hecho! Ha sido un placer leer tu serie de publicaciones. ¡Felicidades por completarla!
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